Novena todos los Santos y todos los Fieles Difuntos Día 9

 


Día 9

Agradecimiento de las benditas Ánimas para con sus devotos  



 Oración al Espíritu Santo



Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén



Ven Espíritu Santo por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María Santísima, Reina de la Paz… (Repetir 3 veces)






Letanías de los Santos



Señor, ten piedad. / Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. / Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. / Señor ,ten piedad.

Santa María, Madre de Dios,
/ Ruega por nosotros.
San Miguel,
/ Ruega por nosotros
Santos ángeles de Dios,
/ Rogad por nosotros.
San Juan Bautista,
/ Ruega por nosotros.
San José,
/ Ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo,
/ Rogad por nosotros.
San Andrés,
/ Ruega por nosotros.
San Juan,
/ Ruega por nosotros.
Santa María Magdalena,
/ Ruega por nosotros.
San Esteban,
/ Ruega por nosotros.
San Ignacio de Antioquía,
/ Ruega por nosotros.
San Lorenzo,
/ Ruega por nosotros.
Santas Perpetua y Felicidad,
/ Rogad por nosotros.
Santa Inés,
/ Ruega por nosotros.
San Gregorio,
/ Ruega por nosotros.
San Agustín,
/ Ruega por nosotros.
San Atanasio,
/ Ruega por nosotros.
San Basilio,
/ Ruega por nosotros.
San Martín,
/ Ruega por nosotros.
San Benito,
/ Ruega por nosotros.
Santos Francisco y Domingo,
/ Rogad por nosotros.
San Francisco Javier,
/ Ruega por nosotros.
San Juan María Vianney,
/ Ruega por nosotros.
Santa Catalina de Siena,
/ Ruega por nosotros.
Santa Teresa de Avila,
/ Ruega por nosotros.
San Raimundo de Peñarfort,
/ Ruega por nosotros.
Santos y Santas de Dios,
/ Rogad por nosotros.

Muéstrate propicio,
/ Líbranos, Señor.
De todo mal,
/ Líbranos, Señor.
De todo pecado,
/ Líbranos, Señor.
De la muerte eterna,
/ Líbranos, Señor.
Por tu encarnación,
/ Líbranos, Señor.
Por tu muerte y resurrección,
/ Líbranos, Señor.
Por el envío del Espíritu Santo,
/ Líbranos, Señor.

Nosotros, que somos pecadores,
/ Te rogamos, óyenos.
Jesús, Hijo de Dios vivo,
/ Te rogamos, óyenos
Cristo, óyenos
/ Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
/ Cristo, escúchanos.





Acto de contrición 


Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí. Pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido. Y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén. 





Oración al Padre Eterno 


Padre celestial, Padre amorosísimo, que para salvar las Almas quisiste que tu Hijo unigénito, tomando carne humana en las entrañas de una Virgen purísima, se sujetase a la vida más pobre y mortificada, y derramase su Sangre en la cruz por nuestro amor: Compadécete, de las benditas almas del Purgatorio y líbralas de sus horrorosas llamas. Compadécete también de la mía, y líbrala de la esclavitud del vicio. Y si tu Justicia divina pide satisfacción por las culpas cometidas, yo te ofrezco todas las obras buenas que haga en este Novenario. De ningún valor son, es verdad; pero yo las uno con los méritos infinitos de tu Hijo divino, con los dolores de su Madre santísima, y con las virtudes heroicas de cuantos justos han existido en la tierra. Míranos, vivos y difuntos, con compasión, y haz que celebremos un día tus misericordias en el eterno descanso de la gloria. Amén. 






MEDITACIÓN 


Agradecimiento de las benditas Ánimas para con sus devotos 


Punto Primero. – Llegamos hoy al día feliz; hoy, con las Comuniones y sufragios que los fieles han ofrecido al Señor, no sólo en ésta, sino en tantas otras iglesias, muchas de aquellas almas, ayer tan afligidas y desgraciadas, han pasado a ser dichosos habitantes y príncipes felices de la Corte celestial. Ya ven cara a cara la Hermosura y Majestad infinita; ya poseen a Dios, que contiene en sí cuanto hay de amable, de grande, delicioso y perfecto. Su entendimiento ya no puede experimentar ni más alegría, ni más suavidad, ni más dicha.


Si pudiésemos entrar hoy en aquella dichosa patria y contemplar el paso de aquellos Bienaventurados! ¡Qué alegría, qué abrazos se dan tan afectuosos! ¡Qué cánticos entonan en acción de gracias al Dios de las misericordias y a los generosos cristianos que las han sacado del Purgatorio! ¡Cómo dan por bien empleadas las penas que en este mundo padecieron!


¡Con qué alegría está diciendo cada una de ellas: Dichosas confesiones y comuniones; dichosas las misas que oía, las limosnas, oraciones, penitencias y obras buenas que yo practicaba; dichosas las burlas y escarnios que yo sufría por ser practicante! !Y con qué generosidad pagas, Señor, hasta los sacrificios más pequeños e insignificantes que hice por tu amor!


¿No quisiéramos nosotros tener nosotros la misma suerte?


Entonces luchemos contra las pasiones; que sin luchar no se alcanza la victoria; sin pena, no hay felicidad. 


Medita un poco sobre lo dicho. 


Punto Segundo. - !Y qué dicha, cristiano, la tuya, si has logrado librar del Purgatorio a alguna de aquellas almas! El cielo debe a tus sufragios el nuevo regocijo y la nueva gloria accidental que ahora experimenta. Y aquellas almas dichosas te deben la libertad, y con ella la posesión de una felicidad infinita. ¿Cómo no suplicarán fervorosamente a Dios por ti? ¿Cómo no van a socorrerte en cualquier necesidad que te encuentres? ¿Qué empeño pondrán en conseguirte las gracias necesarias para vencer las tentaciones, adquirir las virtudes y triunfar de los vicios?


Y si alguna vez te vieres en peligro de pecar y de caer en el infierno, ¡con cuánto celo esas almas dirán al Señor: ¿Vas a permitir, oh Dios, que se pierda eternamente un cristiano que me ha librado a mí de tan horribles penas? ¿No prometiste que alcanzarían misericordia los que la tuvieran con el prójimo? ¿Consentirías ahora que cayese en el infierno aquel que con sufragios me abrió las puertas del cielo?


¡Dichoso cristiano, cuántos envidian tu dicha! Persevera, y tienes segura la palma de la gloria. 


Medita un poco lo dicho; encomienda a Dios las Animas de tu mayor obligación, y pide, por la intercesión de María Santísima, la gracia que deseas conseguir en esta novena. 


 





ORACIÓN FINAL


Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio. Amén. 







Letanías por las almas


Señor, tened piedad de nosotros.

Jesucristo, tened piedad de nosotros.

Señor, tened piedad de nosotros.

Jesucristo, escuchadnos.

Jesucristo, escuchadnos.

Padre celestial que sois Dios, tened piedad de las almas del Purgatorio.

Hijo Redentor del mundo, que sois Dios, tened piedad de las almas del Purgatorio.

Espíritu Santo, que sois Dios, tened piedad de las almas del Purgatorio.

Santísima Trinidad, que sois un solo Dios, tened piedad de las almas del Purgatorio.

Santa María, rogad por las almas del Purgatorio.

Santa Madre de Dios, rogad por las almas del Purgatorio.

Virgen de las Vírgenes, rogad por las almas del Purgatorio.

San Miguel, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los Ángeles y Arcángeles, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los coros de Espíritus Benditos, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los santos Patriarcas y Profetas, rogad por las almas del Purgatorio.

San José, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los santos Apóstoles y Evangelistas, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los santos mártires, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los santos Pontífices y Confesores, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los santos doctores, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los santos Sacerdotes y Levitas, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los santos monjes y ermitaños, rogad por las almas del Purgatorio.

Todas las santas Vírgenes y Viudas, rogad por las almas del Purgatorio.

Todos los Santos de Dios, rogad por las almas del Purgatorio.

Sé favorable a ellos, perdonadlos, Señor.

Sé favorable a ellos, escuchadnos, oh Señor.

De todo mal, libradlos, Señor.

De Vuestra ira, libradlos, Señor.

De la severidad de Vuestra justicia, libradlos, oh Señor.

Del gusano roedor de la conciencia, libradlos, oh Señor.

De la espantosa oscuridad, libradlos, oh Señor.

De su llanto y gemido, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra encarnación, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra Santa Natividad, libradlos, oh Señor.

Por Vuestro dulcísimo Nombre, libradlos, oh Señor.

Por Vuestro bautismo y Vuestro santo ayuno, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra profunda humildad, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra gran obediencia, libradlos, oh Señor.

Por Vuestro infinito amor, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra angustia y Vuestros sufrimientos, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra sudor de sangre, libradlos, oh Señor.

Por Vuestros lazos y cadenas, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra corona de espinas, libradlos, oh Señor.

Por Vuestras santísimas llagas, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra Cruz y Vuestra Pasión, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra ignominiosa muerte, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra santa resurrección, libradlos, oh Señor.

Por Vuestra admirable Ascensión, libradlos, oh Señor.

Por la venida del Espíritu Santo, Consolador, libradlos, oh Señor.

Pecadores que somos, Os rogamos que nos escuchéis.

Vos que perdonasteis al pecador y escuchasteis al Buen Ladrón, Os rogamos que nos escuchéis.

Vos, que salváis por Vuestra gracia, Os rogamos que nos escuchéis.

Que Os plazca librar a nuestros parientes, amigos y benefactores de las llamas expiatorias, Os rogamos que nos escuchéis.

Que Os plazca librar a todos los fieles difuntos de sus sufrimientos, Os rogamos que nos escuchéis.

Que Os plazca tener piedad de los que no tienen intercesores particulares en este mundo, Os rogamos que nos escuchéis.

Que Os plazca ser misericordioso con todos y librarlos de sus penas, Os rogamos que nos escuchéis.

Que Os plazca conceder sus deseos, Os rogamos que nos escuchéis.

Que Os plazca admitirlos en el Cielo entre los elegidos, Os rogamos que nos escuchéis.

Cordero de Dios que quitáis los pecados del mundo, dadles el descanso eterno.

Cordero de Dios que quitáis los pecados del mundo, dadles el descanso eterno.

Cordero de Dios que quitáis los pecados del mundo, dadles el descanso eterno.


Jesucristo, escuchadnos.

Jesucristo, escuchadnos.

Señor, escuchad mi oración.

Y dejad que mi grito llegue a Vos.


Señor Jesús, tened piedad de las almas del purgatorio, por cuya salvación Os habéis dignado asumir nuestra naturaleza humana y sufrir la muerte más dolorosa.

Apiadaos de sus ardientes anhelos de veros, apiadaos de sus lágrimas de arrepentimiento y, por la virtud de Vuestra Pasión, perdonadles las penas que merecen sus ofensas.

Dulcísimo Jesús, que Vuestra Sangre descienda sobre estas queridas almas.

Que se acorte su tiempo de expiación y que pronto sean llamados a Vos en la felicidad eterna. Amén.



LA EXPERIENCIA DE LOS VIDENTES DE MEDJUGORJE 


La Gospa nos explica, dentro de los límites de nuestro entendimiento humano, sobre algunos misterios de nuestra fe.
La Virgen María nos habla a través de sus mensajes, y nos ayuda a entender el verdadero significado de la vida y la muerte.



PURGATORIO


.

Mensaje de la Reina de la Paz (Medjugorje, 2 de noviembre de 1983)

La mayoría de los hombres van al Purgatorio cuando mueren. Incluso un número muy grande va al infierno. Solo un pequeño número de almas van directamente al cielo. Debes renunciar a todo para ser llevado directamente al cielo cuando mueras.

.

Mensaje de la Reina de la Paz (Medjugorje, 20 de julio de 1982)

En el Purgatorio hay muchas almas y entre ellas también personas consagradas a Dios. *Reza por ellos al menos siete Pater Ave Gloria y la Fe*. *Te lo recomiendo! *Muchas almas han estado en el Purgatorio durante mucho tiempo porque nadie reza por ellas. En el Purgatorio hay diferentes niveles: los más bajos están más cerca del infierno, mientras que los elevados están gradualmente más cerca del cielo.

.

Mensaje de la Reina de la Paz (Medjugorje, 2 de noviembre de 1982)
Las almas del Purgatorio esperan vuestras oraciones y sacrificios.

.

Mensaje de la Reina de la Paz (Medjugorje, 6 de noviembre de 1986)
Queridos niños, hoy me gustaría invitarlos a orar todos los días por las almas en el Purgatorio. Cada alma necesita oración y gracia para alcanzar a Dios y el amor de Dios. Con esto ustedes también queridos hijos reciban nuevos intercesores que les ayudarán en la vida a entender que las cosas terrenales no son importantes para ustedes; que solo el cielo está ahí metas que deben alcanzar. Por lo tanto, queridos niños, orad sin cesar, para que podáis ayudaros a vosotros mismos y a los demás, a quienes las oraciones traen alegría. ¡Gracias por responder a mi llamada!



Oración de Santa Gertrudis a la preciosa sangre de Jesús


“Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo, por todas las benditas ánimas del purgatorio, por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amén.”



Oración de San Agustín


Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como inocente cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan acerbísimos dolores como has padecido por nosotros, a las almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a tu santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de tu sagrada Pasión y por tu muerte de cruz, de las penas del infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.  Amén.



Dales, Señor el descanso eterno

y brille para ellas la Luz que no tiene fin. 

Que descansen en paz. Amén. 



Que las almas de todos los fieles difuntos,

por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén. 



Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. 


San José, ruega por nosotros.


María Reina de la Paz. Ruega por nosotros y la paz del mundo entero.




¡VIVA LA GOSPA!




Comentarios